Imagínese la suave brisa marina, el sonido de las olas rompiendo en la playa y la cálida luz del sol bañando todo en tonos dorados. Sí, está en Sámara, Guanacaste, el lugar donde los atardeceres son espectáculos diarios y la música fluye como el agua.
Aquí es donde entra en escena Sunset Groove, un proyecto musical que nació de Vasilis Tsiliakis, un músico griego con el ritmo del Mediterráneo en las venas, y yo, Francisco Guerrero, un costarricense que ama compartir la pasión por la música y la buena vibra.
Juntos, armados solo con una guitarra y un cajón flamenco, combinamos los sonidos del soul, el funk y el rock, con ese toque especial que dan las playas de Costa Rica.