Recién había aterrizado en Roatán cuando, en medio del ajetreo del aeropuerto, un hombre alto, de piel oscura, calvo y con una presencia imponente me abrazó efusivamente. Me dijo que le encantaban mis tatuajes y, sin perder un segundo, me preguntó si era músico. Respondí que sí. Sonrió y me invitó a uno de sus conciertos, asegurándome que seríamos grandes amigos y colaboradores.
Poco después, tras regresar de Utila, pude confirmar que Pedro Meléndez era un miembro clave de una de las bandas más activas y queridas de Roatán: Brion James Band. Unos meses más tarde, Pedro apareció con la idea de formar una banda de reggae, funk y soul para acompañar a un cantante que vendría a la isla por unos días. Sugirió a Deven Alvarado como baterista y a una chica como corista. Por mi parte, propuse a Juan Denharpe, tecladista de La Guanabanda, con quien ya había conversado sobre montar una banda de reggae. También sugerí un nombre para el proyecto, y así nació The Coral Groove.
Tocamos un par de veces en Top Hill View, y se disfrutó.